miércoles, 8 de julio de 2015

Testimonio de un integrante de mi Sala de Lectura "Lecto-Club"


QUIERO COMPARTIR CON USTEDES UNA EXPERIENCIA DE UNO DE MIS LECTORES MÁS CONSTANTES, SU NOMBRE ES ANTONIO SOSA GALINDO, ES EL POLICÌA QUE TRABAJA EN LA DIRECCIÓN GENERAL DE TELEBACHILLERATO.(TRABAJA AQUÍ DESDE 1980 HASTA LA FECHA 2015.

SI ALGUNA VEZ LOGRAS VISITAR ESTA INSTITUCIÓN INDUDABLEMENTE LO VERÁS CON UN LIBRO EN LA MANO.

LO MÁS EMOCIONANTE ES QUE ESTA ACCIÓN LE HA BRINDADO UNA PEQUEÑA RECOMPENSA ECONÓMICA Y ESTO ES UN LOGRO QUE COMO LECTOR LE HA PROPORCIONADO MUCHA SATISFACCIÓN.


Ahora quiero compartir un texto con el cual  Don Toño, participó en un concurso de Historias de lectura.



IX CONCURSO NACIONAL “HISTORIAS DE LECTURA”

La fecha en la que por primera vez vi la luz del sol, fue el 19 de junio de 1955, en un lugar pintoresco llamado Paso San Juan, Municipio de Jilotepec, en este lugar predominan los sembradíos de café, frutas, caña de azúcar, sobre todo en la época de lluvia se ven preciosos los campos que parecen bailar al compás del viento que cadenciosamente mueve sus ramas; también es precioso ver cuando llueve y los campos se ven hasta negros de las nubes que cubren los cielos, y ni qué decir de los rayos que retumban en el cielo…Todo parece un concierto de sonidos e imágenes, durante las noches los grillos y ranas suelen iniciar su concierto y por las mañanas los pajarillos son los que nos alegran con sus cantos.

Allí cerca existen ruinas que han dejado huella del paso de los conquistadores, pues por estos lares se supone llegaron primero los conquistadores y ya mucho después se fueron a Xalapa, la ciudad más cercana a mi pueblo y en la cual trabajo desde hace más de 36 años.
Xalapa es la capital del Estado de Veracruz y últimamente ha crecido de manera desmesurada, pues bien mi historia sobre mi inicio a la lectura comienza así:
Cuando era pequeño mi madre me mandaba a una tienda a comprar las cosas de la comida y de lo que sobraba yo solía esconder unos quintos y compraba algunas revistas de Kalimán o de Memín Pinguín, ella no sabía leer ni escribir, así es que no sabía cuánto era el cambio y siempre que me enviaba a la tienda yo era muy feliz.

Con las revistas de Kalimán y su amigo Solín, ambos con sus aventuras me transportaban a un mundo plagado de situaciones emocionantes, en algunos instantes mis amigos me encontraron hablando solo, quizás pensaban que estaba loco, pero la verdad es que me sentía como uno más de los personajes que luchaban contra las adversidades, es importante contar que las primeras revistas eran mi gran tesoro escondido.
En cuanto a Memín, me gustaba leer sus historias porque me identificaba con el niño pobre, pues con sus travesuras y ocurrencias le daba sentido más divertido a mi vida, a través de sus travesuras yo vivía las diversas peripecias que en realidad no me podían suceder y eso era lo más grato de mi experiencia como lector de Memín.

Mis padres me apoyaron para que terminara la primaria y el padrino de generación me regaló un libro titulado Ben Hur, con el cual me logré trasladar a los escenarios romanos, las luchas por el poder y la dominación de un pueblo por otro. Este libro marcó el inicio de la adolescencia y la ruptura con la niñez, el paso de la etapa de ensueños a la del ámbito laboral.
Otras de las lecturas formidables fue La isla del tesoro la cual fue considerada como una aventura, pues a escondidas lo leía cuando el capitán del ejército no se daba cuenta, hasta que en una ocasión me sorprendió leyéndolo y con gran temor tuve que confesar que lo había estado leyendo…Con gran asombro observé que tomó el libro y lo puso entre mis manos y dijo que era mío.
Empecé a trabajar a los 16 años en el ejército y posteriormente me dieron la oportunidad de trabajar como vigilante en el Departamento de Telebachillerato, actualmente Dirección General de Telebachillerato de Veracruz. Ya tengo 25 años al servicio de esta institución y tengo innumerables historias sobre su fundación y transformación, también le he contado algunas historias raras de espantos a la Maestra Alicia Soto, mi coordinadora de salas de lectura. Tal vez más adelante me anime a escribirlas y las pueda dejar como enecdotario de este lugar.
Regresando, a la narración de cuando inicié en Telebachillerato, varios maestros de vez en cuando me hacían el favor de prestarme libros y con gran gusto les leía, de igual manera todas las mañanas leo el periódico y me agradan los textos relacionados con la historia, la naturaleza y la ciencia.
A principios de este año, la maestra Alicia, me invitó a participar en el proyecto de salas de lectura y desde allí he tenido la fortuna de leer con más frecuencia algunos textos que me han apasionado y con los cuales sigo aprendiendo de todo un poco.

Actualmente tengo las intenciones de seguir estudiando, pues me quedé en segundo semestre de bachillerato y con las lecturas adicionales estoy enriqueciendo mis conocimientos; además la charla con mis colegas son de gran formación, pues podemos compartir algunos conocimientos y eso es muy gratificante.

Recuerdo que en los títulos que acabo de leer está el de Drácula, este libro lo leí durante las vacaciones de semana santa, y es increíble cómo puede una persona adentrarse en el contenido y vivir sintiendo lo que siente el personaje, pues llegó un instante en el que los sonidos extraños eran tan reales que parecería que en el edificio solitario, habitaba otras personas, ya que sonidos raros se escuchaban y sucedían cosas fura de lo normal, quizás fue producto de mi imaginación, pero lo real es que varias veces se me opuso la carne de gallina…

También leí sobre las ballenas, algunos poemas y últimamente estoy aprendiendo con dos libros de historia que utilizan en la secundaria, estoy tan a gusto porque estoy aprendiendo y me divierto, ya que al leer algo lo puedo ver ilustrado y me imagino que estoy en esos lugares, con estos libros he viajado por las épocas prehistóricas, la edad antigua, contemporánea y moderna, de igual modo me conducen a los hechos políticos, económicos y científicos. Las líneas del tiempo son de gran ayuda y de vez en cuando meto en aprietos a algunos maestros que llegan a las oficinas y les pregunto sobre datos históricos que se suponen deben saber…Hasta he llegado a entablar conversaciones interesantes, pues les pregunto sobre un tema determinado y si saben más y tienen tiempo, pues he logrado establecer una conversación interesante.

El hecho de verme leyendo siempre, les causa asombro y hasta un “escritor” me dijo que le parece interesante que yo lea tanto. Es mi pasatiempos favorito y mi mejor compañera es la lectura, en los momentos de soledad y vigilia ha sido mi mejor compañera.


Agradezco la oportunidad que me han brindado para formar parte de esta sala de lectura de la Dirección General de Telebachillerato, pues ha sido una gran fortuna poder contar con libros que me abren las puertas a la fantasía, el ensueño y el saber.

Ojalá y este tipo de salas se hicieran extensivas y se apoyara este tipo de acciones, pues de la infinidad de maestros que conozco y que trabajan en las instituciones educativas, son pocos los que realmente se interesan por la lectura, y eso es lo que más falta nos hace, pues una persona que lee, difícilmente será presa de textos superfluos y también tiene la oportunidad de ayudar otras personas, ya que logramos viajar y conocer otros mundos que guían al conocimiento y la felicidad.

Cuando veo a mi coordinadora tan emocionada que me ofrece libros o me pregunta cómo voy en mi lectura, eso me da más ánimos para seguir leyendo y para compartir con ella mis experiencias de lectura.

Espero que mi historia, sencilla, pero significativa sea publicada y la pueda compartir con otros lectores ávidos de textos y de promotores que amen lo que hace.

Su servidor

Antonio Sosa Galindo


No hay comentarios:

Publicar un comentario